Cómo implementar un programa de coaching en tu empresa
- Editor Blog BCS
- 21 ago 2023
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 18 sept

El coaching es un proceso que permite el desarrollo de competencias laborales. Además, puede ser una forma efectiva de proporcionar desarrollo profesional, orientación y apoyo. Es un proceso relativamente nuevo en la región, por supuesto, siempre tenemos que aclarar que estamos hablando de coaching profesional. Muchos directores de talento humano, suelen considerar en sus planes la incorporación de este proceso clave. Algunos de los pasos cardinales para hacerlo están detallados en este artículo.
Primero lo primero: Definir claramente los objetivos

¿Qué esperas lograr con el programa de coaching?
¿Quieres que los empleados mejoren sus habilidades, desarrollen su liderazgo o alcancen sus objetivos profesionales?
Una vez que tengas claros los objetivos, puedes empezar a desarrollar un programa que se ajuste a tus necesidades.
Por ejemplo, si quieres que los empleados mejoren sus habilidades, puedes centrar el programa de coaching en el desarrollo de habilidades específicas, como la comunicación, la resolución de problemas o el trabajo en equipo. Si quieres que los empleados desarrollen su liderazgo, puedes centrar el programa de coaching en el desarrollo de habilidades de liderazgo, como la motivación, la influencia y la toma de decisiones. Y si quieres que los empleados alcancen sus objetivos profesionales, puedes centrar el programa de coaching en el desarrollo de un plan de carrera y la definición de objetivos profesionales.
Diseña el proceso de coaching
El plan de coaching debe ser lo suficientemente flexible para adaptarse a los cambios y las necesidades del cliente, pero lo suficientemente estructurado para asegurar el éxito. Un diseño sólido no es una camisa de fuerza, sino una guía que establece las bases para un programa efectivo.
El diseño del proceso debe ser una hoja de ruta que incluya los siguientes componentes clave:
Objetivos del programa: Antes de empezar, es crucial definir qué se espera lograr. Los objetivos deben ser claros, específicos y medibles. ¿Se busca mejorar el liderazgo, la comunicación o la gestión del tiempo? Establecer estas metas desde el inicio permite tanto al coach como al coachee saber hacia dónde se dirigen y cómo evaluarán el progreso.
Proceso de selección de los coaches: La elección del coach es fundamental. El proceso debe ser riguroso y considerar no solo las certificaciones y la experiencia, sino también la especialización del coach y su estilo personal para asegurar una buena sintonía con el coachee.
Evaluación del progreso: Un plan de coaching no está completo sin una estrategia de evaluación. Esto no solo valida el retorno de la inversión, sino que también permite ajustar el plan sobre la marcha. La evaluación debe incluir mediciones iniciales para tener un punto de partida y mediciones finales para valorar el logro de los objetivos.
Presupuesto: Es vital asignar un presupuesto realista que cubra todos los gastos del programa, desde los honorarios del coach hasta los costos de las herramientas de evaluación o materiales de apoyo. Un presupuesto claro asegura que el programa sea sostenible a largo plazo.
Frecuencia y duración de las sesiones: La tradición de la industria sugiere sesiones de 45 minutos, una vez cada 15 o 30 días. Esta frecuencia puede ser un excelente punto de partida, pero es importante que el diseño permita ajustarla según las necesidades del coachee y la etapa del proceso. Por ejemplo, en las primeras etapas, las sesiones pueden ser más seguidas para construir impulso, mientras que más adelante pueden espaciarse a medida que el coachee gana autonomía.
Selecciona coaches profesionales
No todos los coaches son iguales, ni las metodologías que usan son similares. Busca entrenadores que tengan experiencia en el campo en el que quieres que se centre el programa de coaching. También deben ser capaces de crear relaciones sólidas con los empleados y ayudarles a alcanzar sus objetivos.
Cuando elijas a un coach, considera los siguientes factores:
Experiencia en el campo en el que quieres que se centre el programa de coaching.
Metodologías centradas en el desarrollo del talento humano.
Clara orientación hacia los resultados.
Compromiso con el éxito del programa de coaching.
Involucra a los colaboradores en el proceso

Para que un programa de coaching realmente prospere, es fundamental que no se perciba como una imposición, sino como una oportunidad de desarrollo mutuo. La clave es involucrar a los colaboradores desde las primeras etapas, fomentando su sentido de propiedad y compromiso con el proceso. Esta participación activa es lo que transforma un programa de un simple curso a una herramienta de cambio personal y profesional.
Cómo garantizar la participación activa
Comunicación transparente de los objetivos: El primer paso es asegurar que todos los empleados comprendan por qué se implementa el programa de coaching. No basta con informar; hay que comunicar los objetivos de manera clara y convincente. Explica qué se espera lograr (ej. "desarrollar habilidades de liderazgo", "mejorar la colaboración en equipos") y cómo esto beneficia tanto a la empresa como a cada individuo. Usa reuniones informativas, correos electrónicos y sesiones de preguntas y respuestas para disipar dudas y generar entusiasmo.
Destacar los beneficios del coaching: A menudo, los empleados ven el coaching con escepticismo o como una corrección de un problema. Por eso, es vital educarlos sobre sus beneficios reales. Enfatiza que el coaching es una inversión en su crecimiento, una herramienta para maximizar su potencial, superar desafíos y alcanzar metas. Comparte testimonios de éxito (si es posible) y subraya que el proceso es confidencial y centrado en sus necesidades.
Participación en la selección del coach: Permitir que los empleados participen en la elección de su coach es uno de los pasos más poderosos para lograr su compromiso. En lugar de asignar coaches unilateralmente, considera opciones como:
Perfiles detallados: Proporciona a los colaboradores perfiles de coaches calificados para que puedan elegir a quien mejor se ajuste a sus objetivos y personalidad.
Entrevistas de compatibilidad: Organiza breves sesiones introductorias para que el coachee pueda conversar con dos o tres coaches potenciales antes de tomar una decisión.
Elección informada: Asegúrate de que entiendan las credenciales, la experiencia y la especialidad de cada coach para que puedan hacer una elección informada.
Involucrar a los colaboradores en la selección no solo aumenta su compromiso, sino que también establece una base de confianza desde el principio. Cuando un empleado siente que ha elegido a su coach, es mucho más probable que se comprometa plenamente con el proceso y obtenga resultados positivos.
Evalúa el programa
Es importante evaluar el programa de coaching para ver si está cumpliendo sus objetivos. Esto te ayudará a identificar cualquier área en la que el programa pueda ser mejorado.
Hay diferentes formas de evaluar el programa de coaching. Puedes utilizar una combinación de los siguientes métodos:
Encuestas a los empleados.
Entrevistas con los empleados.
Seguimiento de los resultados del programa.
Al evaluar el programa de coaching, puedes identificar cualquier área en la que el programa pueda ser mejorado. Esto te ayudará a garantizar que el programa sea efectivo y que esté cumpliendo sus objetivos.
Implementar un programa de coaching puede ser una inversión valiosa para tu empresa. El coaching puede ayudar a los empleados a alcanzar su máximo potencial, mejorar su rendimiento y ser más comprometidos con su trabajo.
Beneficios del coaching para las empresas

El coaching puede ofrecer una serie de beneficios para las empresas, entre ellos:
Mejora del rendimiento: El coaching puede ayudar a los empleados a mejorar su rendimiento en el trabajo. Esto puede llevar a un aumento de la productividad, la eficiencia y la calidad del trabajo.
Reducción de los costes: El coaching puede ayudar a las empresas a reducir los costes de formación y desarrollo. También puede ayudar a reducir los costes de absentismo, rotación y litigios.
Mejora del compromiso: El coaching puede ayudar a mejorar el compromiso de los empleados con su trabajo. Esto puede llevar a un aumento de la satisfacción laboral, la lealtad y la productividad.
Mejora de la cultura: El coaching puede ayudar a crear una cultura de aprendizaje y crecimiento en tu empresa. Esto puede atraer y retener a los mejores talentos y crear un entorno de trabajo más positivo.
Implementar un proceso de coaching es en sí mismo un aprendizaje. Una vez tomada la decisión es importante incorporar mecanismos que permitan recibir feedback y adecuar el proceso de acuerdo a las necesidades de cada organización.
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