¿Cuántas veces hemos leído, escuchado o incluso utilizado el término empowerment? Seguramente, muchas veces. Es uno de los términos más populares en el lenguaje empresarial, aunque no siempre el más aplicado.
Primero definamos ¿qué es?
Empoderamiento o empowerment es el arte de delegar poder y toma de decisiones sobre el trabajo de la gente. Como dice Warren Bennis: «El empoderamiento es el efecto global del liderazgo». En otras palabras, los líderes tienen como misión fortalecer la capacidad de sus colaboradores para que estos puedan actuar de forma autónoma. Claro, esto no es una acción aislada, es un proceso, es decir no basta que querer delegar hay que crear un proceso que permita empoderar a la gente.
Así, el liderazgo es una relación y se construye a través de la interacción entre una persona que asume el rol de líder y las personas que forman su equipo de trabajo. Si usted dirige un equipo, su equipo recibe su influencia y usted también es influenciado por ellos. Los colaboradores perciben el rol y lo reafirman a través de la influencia que tiene el líder sobre el equipo y la asignación de responsabilidades.
Por ejemplo, asigne alguna tarea a cualquier de los miembros de su equipo y esa asignación trae consigo una responsabilidad compartida: usted delega lo que está en sus manos delegar y la persona asume esa responsabilidad en la medida que tenga las competencias e incentivos para hacerlo. Es decir, empoderar no es dejar solo en manos de alguien más una actividad, siempre es una co-creación y en ese sentido las responsabilidades son mutuas, eso es lo que marca la relación en la que se funda el liderazgo.
Por lo tanto, empoderar es una característica del liderazgo.
En la práctica, empoderar significa aumentar la autonomía, la capacidad de depender menos de la supervisión y control para aumentar la capacidad creativa de las personas y equipos. Esto tiene una lógica, menos control significa más independencia y esa independencia o libertad, es clave para crear e innovar.
¿Cómo empezar?
El primer paso es fortalecer las capacidades del equipo a través de fortalecer las capacidades individuales. Básicamente, empoderar solo puede llevarse a la práctica cuando se tiene un equipo competente y orientado al aprendizaje contínuo. Lo cual requiere de un enfoque de liderazgo que tenga como objetivo crear un ambiente apropiado para la creatividad e innovación.
El segundo paso es comprender que delegar poder también es compartir información para que los colaboradores puedan tomar cierto nivel de decisiones en su trabajo. Es relevante la calidad de información que reciban las personas para tomar decisiones. Por ejemplo, un equipo comercial que no conozca la estrategia de la competencia siempre actuará de forma reactiva.
Ofrecer feedback de forma apropiada, es decir: a tiempo, con el objetivo de mejorar y que sea de calidad. Es como tener un tablero mando para navegar, sin indicadores clave este tablero le llevará a cualquier parte, incluso al fracaso.
En resumen:
a. Fortalecer las capacidades del equipo.
b. Ofrecer información de calidad.
¿Y el coaching en qué aporta?
En un artículo de Harvard Business Review varios expertos en el tema lograron determinar que la calidad de empoderamiento tiene relación con la forma en que el equipo percibe al líder. A partir de sus conductas y competencias propias puede ser percibido como un líder que delega o uno que está evitando asumir responsabilidades y entrega estas tareas a terceros. Empoderar logra empleados comprometidos y esto mejora el rendimiento individual y de los equipos de trabajo.
El coaching ejecutivo es el proceso adecuado para el desarrollo de competencias de liderazgo que le permitan al líder fortalecer su rol. Una mejora en la calidad de la comunicación interpersonal aumentará la calidad del diálogo que es la piedra angular para la creatividad o la mejora del estilo de liderazgo. Si a esto le añadimos procesos de coaching de equipos, para alinear al equipo de trabajo con las directrices del líder, entonces tenemos un proceso integral que desarrolla que facilita el empoderamiento.
Claro, cuando hablamos de coaching siempre estamos haciendo referencia al coaching profesional.
Finalmente, la clave para empoderar está en dejar que la gente haga el trabajo a su manera sin perder de vista los grandes objetivos empresariales. El proceso de empoderamiento se construye como parte de la relación de liderazgo. No es una acción aislada o una meta, es una característica misma de la relación entre líder y equipo.
Así es como se construye una organización inteligente, empoderando.
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