Muy pocas personas dentro del ámbito empresarial desconocen el libro “Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva”. Su autor es Stephen Covey, un mormón y profesor de conducta organizacional de la Universidad de Brigham Young. En su famosa obra aplicó muchos principios que se encuentran en las grandes religiones y los transformó en hábitos para una filosofía del éxito, personal, organizacional e incluso familiar.
Covey se convirtió en uno de los filósofos del management moderno. Sus máximas sirvieron para inspirar y formar a directivos y políticos. Llegó a asesorar al presidente Jimmy Carter, Vicente Fox, Álvaro Uribe, Margaret Thatcher, Bill Clinton. Covey abogaba por un liderazgo con base en principios. Un liderazgo que tenga como fundamento la visión. Concentrado en la gente. Orientado por valores y principios.
Abogaba por liderazgos que construyan organizaciones y relaciones de largo plazo. Y para ello es vital brindar una dirección adecuada que además pueda inspirar a los equipos de trabajo. En un sentido pragmático planteó el Paradigma Centrado en Principios.
Según Covey, los cuatro niveles en la empresa son:
El nivel Personal se basa en principios.
El nivel Interpersonal es la forma como nos relacionamos con otros, normada por los principios.
El nivel Gerencial es la forma como supervisamos y gerenciamos.
El nivel Organizacional es la forma como las empresas están constituidas, como son estructuradas y manejadas.
Cada nivel se relaciona con un principio clave. En el nivel Personal, el principio fundamental es la confiabilidad. A nivel Interpersonal es la confianza. En el nivel Gerencial es el otorgamiento de poder (Empowerment), y en el nivel Organizacional es el alineamiento. Les invito a revisar a profundidad el modelo. No es un modelo más de liderazgo, de hecho, es tal como plantea Covey, un potente paradigma para enfrentar la incertidumbre y los cambios.
