De la Tierra a la Luna
- Editor Blog BCS
- 1 jun 2020
- 3 Min. de lectura

Ha pasado un poco más de cinco décadas desde que Neil Amstrong puso los pies sobre la luna. Un evento histórico que tuvo como marco la guerra fría. Las potencias, EE.UU. y la extinta URSS, se disputaron cada uno de los pasos para conquistar el espacio. En el 2020 un actor del sector privado se incluye dentro de la carrera espacial y lo hace en medio de otras guerras frías.

Elon Musk es el hombre del momento. Esta semana fue noticia en todo el mundo. Su empresa SpaceX puso en órbita a dos astronautas. Así pone al sector privado en la vanguardia de la era espacial y abre una ventana para los viajes de turismo fuera del planeta Tierra o por lo menos en su órbita.
Es una excelente noticia para la humanidad que pasa por uno de los momentos más duros de su historia contemporánea. Al contrario de los anuncios apocalípticos que se hacen populares, la iniciativa privada avanza y lo hace a pasos acelerados.
Musk, además tiene en su historial como emprendedor la participación en gigantes como PayPal, Tesla Motors, Hyperloop, Neuralink, OpenAI. Más allá de sus errores y éxitos ¿Qué lecciones podemos rescatar de Musk?
La visión es el punto de partida. Para muy pocas personas resulta desconocido Elon Musk. Luego de fundar Tesla y alcanzar un extraordinario éxito fundó SpaceX en 2002. En la portada de su página web dice: “Regresando la luz espacial humana a los Estados Unidos”. Es una visión sugerente y que luego entendemos que se materializó en la alianza con la Nasa para lanzar el CREW DRAGON.
El conocimiento técnico importa. Muchas veces llevados por una fuerte corriente que rescata la dimensión emocional del ser humano olvidamos que el conocimiento técnico forma parte integral del ser humano. Musk es claro en ello, sin conocimiento técnico es poco probable que los modelos de negocio tengan éxito. Por lo tanto, un líder debe tener un nivel bastante aceptable de conocimiento técnico de la propuesta de valor que se ofrece al mercado. ¿Se imaginan Spacex dirigida por alguien que no tenga conocimiento sobre tecnología aeroespacial?
Los mercados de capitales importan. Y esa es una gran lección para gobiernos, empresarios y ciudadanos. Todo proyecto de gran envergadura requiere de capital de inversión y mientras las condiciones para generar ahorro, capitalización e inversión no sean las adecuadas quizá tengamos grandes ideas pero que se perderán en las buenas intenciones.
Liderazgo. De esto no hay duda. Hace poco Musk abrió la planta de Tesla en California en claro desafío a las autoridades que ordenaron cerrar todas las industrias por la pandemia. Al respecto dijo: “Estaré en la línea con todos los demás. Si alguien es arrestado, pido que solo sea yo”. Más allá del hecho puntual con el que podemos estar de acuerdo o no, es importante su capacidad de ponerse al frente de su equipo y tomar muy en serio su rol de liderazgo tomando decisiones con objetivos claros.
Pasaron un poco más que 100 años desde que Julio Verne escribió “De la Tierra a la Luna” en 1865 hasta que la NASA envió el primer vuelo tripulado a la luna, Musk visualiza que SpaceX podría llevar humanos a Marte en 7 años. Esa es la capacidad de visión y acción de un emprendedor que puede ser fácil el ejemplo del emprendedor de la Cuarta Revolución Industrial.
¿Será Elon Musk un nuevo Julio Verne?
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