En septiembre del 2021, El Salvador se convirtió en la primera nación en adoptar el bitcoin como moneda de uso legal. En aquella época, estaba trabajando en un taller con un banco en Centro América. Les pregunté al respecto y no tenían un plan concreto para afrontar este reto. Esto es interesante porque las criptomonedas rondan hace muchos años el mundo financiero, pero pocos esperan que les afecte de esa forma tan abrupta. Esa es la realidad de la sociedad del conocimiento, las cosas suceden tan rápido que a veces no nos damos cuenta de lo cerca que estamos del cambio.
Esa es la realidad de la sociedad del conocimiento, las cosas suceden tan rápido que a veces no nos damos cuenta de lo cerca que estamos del cambio.
Se suele afirmar que fue Peter Drucker quien acuñó el término “sociedad del conocimiento”, aunque muchos autores se han referido a este tema. En todo caso, la idea cardinal es que el conocimiento es el elemento fundamental para la creación de valor, el desarrollo y, en general, el progreso de la humanidad. Por ese motivo se da tanta importancia a la educación, a la gran cantidad de patentes que registran los países y a las revistas científicas que publican textos que se producen en las universidades. Los Gobiernos invierten mucho en I&D para hacerse de un espacio en nuestra sociedad moderna.
En el mundo empresarial los cambios también son profundos. El giro del management desde la gestión de recursos hacia la gestión de personas es parte de la necesidad de fortalecer los procesos de creación y transferencia de conocimiento para generar valor.
Para afrontar el cambio
No hay una fórmula universal para prepararse al cambio, existe una competencia clave: apertura al aprendizaje. Ante la incertidumbre solo la flexibilidad permite incrementar las capacidades corporativas para adaptarse.
Aunque la lista puede ser más extensa, hemos seleccionado estos tres cambios urgentes a implementar para fortalecer la capacidad de aprendizaje organizacional.
Nuevas medidas de éxito No podemos medir los aportes del trabajador del conocimiento como medimos al trabajador manual. Recuerdo que en cierta industria existía una práctica a la que llamaban “maquillar pedidos”. El vendedor aumentaba el volumen de pedido del cliente sin su autorización, claro que lograban mayores ventas, pero también más devoluciones y lo más importante, perdían la confianza.
Es verdad que las ventas son el indicador clave de la gestión de una empresa comercial, pero se ha preguntado ¿qué se necesita para lograr que ese indicador sea positivo? Ahí va a encontrar una larga lista de indicadores a los que debería prestar atención.
No podemos medir los aportes del trabajador del conocimiento como medimos al trabajador manual.
Rediseño de procesos
Si comprendemos el papel del conocimiento en la productividad, los procesos deberían adaptarse a las personas y no las personas a estos. Por supuesto que no proponemos dejar todo a voluntad de los colaboradores, lo que proponemos es que los ejecutivos tengan la sensibilidad y apertura suficiente para repensar y rediseñar procesos que no están siendo coherentes con el aprendizaje y desarrollo.
Por ejemplo, si una persona de servicio al cliente tiene que seguir un largo y tedioso proceso que consume tiempo de forma innecesaria, es obvio que no genera valor.
Si le preguntamos a ese colaborador ¿Cómo podríamos hacer más efectivo este proceso? Seguramente nos ofrecerá una solución valiosísima que proviene de su propia experiencia y conocimiento. No nos olvidemos que los procesos sostienen la cadena de valor y el conocimiento es el activo clave para hacerlo en la economía moderna.
Si comprendemos el papel del conocimiento en la productividad, los procesos deberían adaptarse a las personas y no las personas a estos.
Usar la tecnología, no que la tecnología nos use
He visto organizaciones de todo tipo que adoptan una nueva tecnología, herramienta o metodología porque se convirtió en una moda. Luego descubren que no les agrega realmente nada y más bien se convierte en un proceso burocrático que consume recursos y tiempo. Es importante comprender que las tecnologías de la información y comunicación, así como metodologías modernas de management –como las metodologías y marcos de trabajo ágiles– son medios, no fines. En otras palabras, deben atender a un propósito. Hágase la pregunta ¿Para qué quiero implementar eso? ¿Qué nos va a agregar?
¿Quieres llevar estas ideas a tu empresa? Escríbenos.
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