En BCS, tenemos la costumbre de decir que no existen fórmulas mágicas en el liderazgo. Y es verdad, es imposible que una persona tenga una experiencia exactamente igual a otra en el universo empresarial. Sin embargo, se pueden encontrar ciertas conductas que pueden ser parte de lo que podemos llamar: hábitos efectivos para líderar proyectos empresariales y cómo el coaching puede desarrollarlos.
Steve Jobs, Elon Musk o Jeff Bezos se han convertido en una especie de mantra cuando se habla de liderazgo. El problema de esa glorificación a los héroes mediáticos empresariales es que muchas veces nos transmiten una idea bastante alejada de nuestras realidades. En una conferencia que escuché en YouTube, el presentador decía que "hay que aprender de esos grandes líderes que levantaron imperios desde un garage". Bueno, ese mito del garage ha sido desmentido tantas veces, que simplemente voy a decir, que es una bonita historia, pero no es real.
El contexto importa, y en esos casos, obviamente, también. Por ejemplo, Elon Musk viene de una familia multimillonaria, digamos que hay cierta ventaja cuando empiezas con acceso a un buen cash-flow. Por eso considero que es importante tomar con pinzas mucha de la mitología empresarial y abordar únicamente lo fundamental. Y si queremos seguir en esa línea, empecemos por decir que el liderazgo efectivo desempeña un papel fundamental en los resultados y es indudable esa condición en cualquier tipo de empresa o proyecto. Incluso a nivel gubernamental, sin liderazgo efectivo, los países se descalabran.
Hagamos una disección de un liderazgo efectivo. Uno de los rasgos más destacados de los líderes influyentes es su autodisciplina. Según Covey (2012), la autodisciplina es "la capacidad de hacer lo que debe hacerse, cuando debe hacerse, aunque no tengas ganas de hacerlo" (p. 78). Es decir, un líder efectivo, establece metas claras y se compromete a seguirlas de manera constante. ¿Cómo puede aportar el coaching profesional? Puede ayudar a desarrollar esta autodisciplina al establecer un plan de acción estructurado, brindar herramientas de gestión del tiempo y apoyar en la toma de decisiones eficientes (Laffranchini & Presutti, 2019).
Otro aspecto relevante es la influencia a través de una visión estratégica clara y convincente. Una visión efectiva debe ser "clara, desafiante, realista, centrada en el cliente y fácilmente comunicable" (Kotter, 2011, p. 72). Un buen líder es capaz de ver más allá del día a día y trazar un camino pensado en el largo plazo. A través del coaching, los líderes pueden desarrollar y afinar su visión, aprender a comunicarla de manera efectiva y alinear a su equipo en torno a objetivos comunes (Gawdat, 2017).
La sed de conocimiento y el aprendizaje continuo son hábitos arraigados en los líderes más influyentes. Algo que ya decía Peter Senge (2014), el aprendizaje implica "una disciplina personal de desarrollo constante, un compromiso con la mejora continua y la disposición a desafiar las suposiciones arraigadas" (p. 92). Estos líderes entienden que el aprendizaje es un proceso continuo y buscan activamente oportunidades para expandir sus habilidades y conocimientos. El proceso de coaching, es, de hecho, un proceso de aprendizaje individualizado y personalizado. Un buen coach hace su labor acompañando al líder a identificar áreas de mejora y diseñando planes de acción personalizados para el crecimiento individual (Whitmore, 2017).
Y sin lugar a dudas, la comunicación efectiva es un pilar fundamental del liderazgo influyente. Los líderes efectivos saben cómo articular su visión, escuchar activamente a los demás y construir relaciones sólidas. Justamente una de las áreas de trabajo del coaching ejecutivo. Los líderes pueden descubrir sus habilidades de comunicación, aprender a adaptarse a diferentes contextos y desarrollar de forma consciente la empatía necesaria para conectar con su equipo de manera genuina (Mayer, Salovey & Caruso, 2016).
No quería dejar fuera la actitud resiliente. La resiliencia es "la capacidad de recuperarse, adaptarse y crecer en medio de la adversidad" (Masten, 2018, p. 56). Realzar esa capacidad permite manejar mejor la presión, adaptarse al cambio y aprender de los errores. El coaching puede brindar herramientas y crear espacios para fortalecer la resiliencia, construir una mentalidad positiva y desarrollar estrategias efectivas para superar obstáculos (Fredrickson, 2013).
En resumen, podemos tomar de los héroes empresariales algunos de los hábitos comunes que, asumimos, han cultivado a lo largo del tiempo. La autodisciplina, la visión estratégica, el aprendizaje continuo, la comunicación efectiva y la resiliencia son fundamentales del liderazgo efectivo y a través del coaching, los líderes pueden desarrollar y potenciar estas características, maximizando así su impacto en las organizaciones y en el logro de resultados excepcionales.
Fuentes
Covey, S. R. (2012). Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva. Paidós.
Fredrickson, B. L. (2013). Positivity: Top-notch research reveals the 3-to-1 ratio that will change your life. Three Rivers Press.
Gawdat, M. (2017). Solve for Happy: Engineering Your Path to Joy. Simon & Schuster.
Goleman, D. (2000). Liderazgo que obtiene resultados. Editorial Norma.
Kotter, J. P. (2011). Leading Change. Harvard Business Review Press.
Laffranchini, G., & Presutti, M. (2019). Time management coaching in academic settings: A case study. Journal of Management Development, 38(2), 145-160.
Masten, A. S. (2018). Resilience in developing systems: Progress and promise as the fourth wave rises. Development and Psychopathology, 30(2), 867-879.
Mayer, J. D., Salovey, P., & Caruso, D. R. (2016). The ability model of emotional intelligence: Principles and updates. Emotion Review, 8(4), 290-300.
Senge, P. M. (2014). The Fifth Discipline: The Art & Practice of The Learning Organization. Crown Business.
Whitmore, J. (2017). Coaching for Performance: The Principles and Practices of Coaching and Leadership. Nicholas Brealey Publishing.
