“En cinco o diez años, el sistema financiero será irreconocible, y yo quiero formar parte del cambio” es la asombrosa declaración de Blythe Master ejecutiva de JP Morgan que renunció a su posición para fundar una empresa de tecnología blockchain. Pasamos del internet de la información, al internet del valor. Grandes bancos e incluso gobiernos usan ya cadenas de bloques (Blockchain) para hacer transacciones con más seguridad y costos más bajos. El mundo se encuentra en una revolución sin precedentes. Ante esa avalancha de cambios surge la pregunta ¿quién va a liderar el futuro?.
El ranking de empresas más grandes del mundo por capitalización bursátil está liderada por empresas como: Microsoft, Apple, Alphabet, Facebook, Alibaba. Todas son empresas en la que el capital intelectual es el activo más importante. Muchos de los fundadores de estas empresas son jóvenes sin experiencia previa en negocios. Quizá ese es uno de los elementos que permite la consolidación de nuevos estilos de management menos burocráticos y centrados en el desarrollo de ambientes adecuados para la creatividad e innovación desde los equipos de trabajo. En otras palabras, no estaban "contaminados" del management tradicional y cambiaron las formas para trabajar.
Los cambios son bastante pronunciados. Por ejemplo, en Google se limitaron las jerarquías de tal forma que lo que existen son equipos auto organizados, cero burocracia. Uno de los gigantes de la tecnología, Bill Gates, anunció hace poco que en los proceso de selección tomarán más en cuenta la experiencia que los títulos de los postulantes que se presentan para ocupar las vacantes en Microsoft. Facebook premia las iniciativas, entre otras innovaciones que terminan por configurar un nuevo tablero para la gestión empresarial con nuevas reglas del juego.
Entonces, no hay duda que las viejas estructuras piramidales no forman parte de la mentalidad empresarial en Silicon Valley. Pero, ¿eso funciona para otros negocios? No necesariamente. Achicar las jerarquías es una tendencia que debe adaptarse a la realidad de cada negocio. Lo cual no significa que quienes lideren el futuro no tengan que estar conscientes de los límites de la excesiva centralización de las decisiones.
El misterioso Satoshi Nakamoto, creador de Bitcoin, nos da pistas del liderazgo del futuro. Y no porque haya dicho algo al respecto, de hecho nadie sabe nada de él luego del aparecimiento del famoso paper sobre Bitcoin. Pero cuando nos enseña que se puede gestionar activos de forma descentralizada, sin necesidad de un Banco Central controlando entonces nos envía un poderoso mensaje. Las viejas jerarquías dan paso a liderazgos orientados a la creatividad e innovación, es decir, liderazgos basados en el aprendizaje mutuo: equipos y líderes aprendiendo a generar valor a través de la descentralización del poder.
