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Eurocopa: Una importante lección


Eurocopa una lección para las empresas

La Eurocopa es uno de los eventos deportivos más populares y glamorosos del mundo. A propósito del partido entre la selección de Francia y Alemania, surgió en varios medios un comentario realizado por el exjugador alemán Bastian Schweinsteiger. ¿Qué importante lección nos deja ese comentario para las organizaciones?


El fútbol es el deporte más popular del mundo y la Eurocopa uno de sus eventos más destacados. Millones de fanáticos siguen cada minuto del torneo que enfrenta a las selecciones nacionales de fútbol más importantes de Europa. Es un evento que genera cuantiosos ingresos. En el 2020 generó más de $2.844 millones de dólares solo por ingresos de televisión. Pero, aquí no vamos a hablar del aspecto financiero del popular campeonato, sino de un aspecto que no es cuantificable.


La frase


Eurocopa una lección para las empresas

El excentrocampista alemán, Bastian Schweinsteiger, es una leyenda del fútbol en Alemania. Hace poco declaró en el periódico deportivo francés L’Équipe: “Nos hemos concentrado excesivamente en solucionar cuestiones del juego”, dijo, “y nos hemos olvidado de las virtudes por las que fuimos envidiados: la implicación, el combate, la voluntad, la mentalidad ganadora”.


Esta es una frase que quizá pase sin dejar huella para muchos comentaristas deportivos, pero para quienes estamos en el mundo del desarrollo organizacional es toda una declaración estratégica.


Entre el desarrollo físico y el desarrollo de cultura


Es evidente que el mundo deportivo tiene una preferencia por el desarrollo de la dimensión física de los atletas. El sistema motor de los deportistas tiene una importancia radical en “la productividad” dentro de los escenarios deportivos. Este ha sido tradicionalmente el enfoque de desarrollo, sobre todo en el fútbol.


Aunque, en los últimos años ha crecido la preocupación por el aspecto psicológico de los jugadores. Pero, el deportista alemán está hablando de un aspecto que no suele ser tema de conversación en el mundo deportivo: la cultura organizacional.


La empresa deportiva, igual a cualquier otra empresa, tiene un propósito, una visión y unos valores corporativos. Tiene colaboradores entre los que están: directivos, administrativos y deportistas. Las tasas de productividad de estas empresas deportivas tienen relación con el desempeño de sus equipos.


Buenos resultados aumentan los ingresos, malos resultados ponen en juego la estabilidad de la empresa deportiva. Por supuesto, también existen las organizaciones sin fines de lucro, como por ejemplo una selección nacional de fútbol.


Cazadores de talento


Una actividad bastante común en el mundo del fútbol es lo que en lenguaje más empresarial llamaríamos head hunting. La caza de jugadores produce millones de dólares. Pero ¿qué es lo que compran en el mercado de fichajes? La respuesta es: talento.


Se compra jugadores con potencial talento. Lo que muchas veces hace falta es la comprensión de que un buen talento se potencia o se devalúa de acuerdo con la cultura organizacional en la que se desenvuelve cualquier colaborador.


Aquí, resuenan las palabras de Schweinsteiger: “Nos hemos concentrado excesivamente en solucionar cuestiones del juego”. Es decir, se han concentrado demasiado en lo que sucede en la cancha y han dejado de lado lo que sucede en la organización deportiva: “…nos hemos olvidado de las virtudes por las que fuimos envidiados: la implicación, el combate, la voluntad, la mentalidad ganadora”.


Cultura nacional y cultura organizacional


Claro, una selección nacional responde al sistema de valores de una nación. Es lo que se conoce como cultura nacional y esta tiene una enorme influencia sobre la cultura organizacional. Un cliente en México, de una empresa de origen alemán, nos dijo: “El problema que tengo es que la gente no hace el trabajo como lo hacemos en Alemania”. ¡Por supuesto!, el cliente no había tomado en cuenta que en México la cultura es distinta, por lo tanto “la forma de hacer las cosas” de los mexicanos es distinta a los alemanes: es la cultura nacional.


Por eso cada organización debe reconocerse como parte de una cultura nacional que tiene influencia sobre su organización. La selección de fútbol de Alemania o la de Francia, reciben la influencia de los valores nacionales. Esas virtudes de las que habla Schweinsteiger hacen referencia a ello. Pero luego, emerge la cultura organizacional. Cualquier empresa deportiva, como cualquier empresa, adquiere su propia personalidad a partir de los valores y creencias de sus fundadores o líderes.


Por eso la importancia del liderazgo en un equipo de fútbol. El líder marca el ritmo, de una manera radical, en la “forma de hacer las cosas”. Ese es el punto de partida de la cultura organizacional. En otras palabras, las conductas, la actitud, el desempeño, las relaciones están condicionadas por esa “forma de hacer las cosas”.


A manera de conclusión


Muchos analistas han marcado la escasez de talentos en la selección de Alemania. Pero, muy pocos hacen referencia a la necesidad de rescatar los valores y creencias nacionales para transformar, a través de un liderazgo sólido, la cultura organizacional. Eso quizá provoque el surgimiento de talentos con esa “mentalidad ganadora” de la que habla Schweinsteiger.






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